Plaza de San Pedro Apóstol

 
La Plaza de San Pedro Apóstol, se encuentra emplazada en pleno corazón del municipio de Güímar.  En lo que se denomina el Casco Histórico, declarado por el Gobierno de Canarias, como Bien de Interés Cultural, según Decreto 180/2001, de 17 de septiembre de 2001.

El diseño que presenta en la actualidad corresponde al resultado de un proyecto de 2001,  donde el Ayuntamiento de la localidad, buscó alcanzar los siguientes objetivos: 
-Suprimir los aparcamientos de las calles laterales, aumentando el ancho de la Plaza al  antiguo tamaño original.
-Solucionar las calles laterales de forma que puedan ser rodadas, utilizando el mismo material de las aceras.
-Rehabilitar la Plaza del Obispo suprimiendo los añadidos ejecutados a lo largo del tiempo para conformar un espacio más diáfano. Resituar el monumento al Obispo. Dar mayor accesibilidad  al recinto para evitar espacios marginales.
La solución adoptada consistió en suprimir todos los espacios innecesarios tales como los jardines anteriores a la Alameda o Plaza de San Pedro, para permitir una mayor relación visual y de funcionamiento con el templo. Así, la Plaza se convierte en un espacio escenario importante y destacado, que se eleva del suelo con una pendiente inferior a las calles y se remata limpiamente con una escalinata en el borde inferior.
La dimensión longitudinal de la Plaza es el resultado de la continuidad conferida a la Calle Teobaldo Power y la calle Arafo. Gracias a esta intervención se ha generado un espacio más amplio en el pre-acceso a la Iglesia. Se respetaron con sumo cuidado debido a la importancia histórica,  los tres escalones de piedra Chasnera y se suprimen los restantes, colocándolos a 5 metros de los anteriores siguiendo la dirección inclinada de la Iglesia.
La calle lateral que da a la torre, se encuentra totalmente peatonalizada en su complejidad, permitiendo el paso restringido a vehículos de los residentes. En la Plaza del Obispo se demolió  la edificación existente que se encontraba en precarias condiciones.  Se respetó el jardín y su vegetación, situados en la cota intermedia entre la calle y la plaza, dándole acceso y permitiendo una circulación cruzada. Se realiza un muro semicircular anterior al existente chapado de piedra chasnera, donde se colocó de manera adecuada  la esfinge del Obispo y un asiento de piedra que sale volado del paramento.